C.A.S.E

¿Qué significa C.A.S.E.?

C.A.S.E son las siglas de «Connected», «Autonomous», «Shared» y «Electric» y describe las cuatro megatendencias de la industria automovilística. Estas cuatro tendencias influirán en la industria del automóvil y la movilidad del futuro de forma permanente. Existen numerosos factores de influencia que conforman la base de estas tendencias: los conductores de automóviles esperan tener en el vehículo las mismas funciones que están acostumbrados a tener en su smartphone. Las tecnologías modernas e innovadoras como el radar, el Lidar o los sistemas de cámaras permiten aliviar la carga del conductor durante la conducción e incluso pueden llegar a asumir por completo el control del vehículo. Las zonas de aglomeración cuentan cada vez con una mayor densidad de población y disponen de poco espacio de aparcamiento, de manera que el uso compartido de los vehículos cobra sentido. Finalmente, las corrientes con motivaciones medioambientales y políticas también promueven este desarrollo, como el fomento de la movilidad eléctrica como parte de la solución para reducir las emisiones de CO2 y proteger el medio ambiente. En general, los cuatro ámbitos C.A.S.E. están estrechamente vinculados entre sí.

Explicación de los aspectos de C.A.S.E.

La «C» corresponde a «Connected»: los vehículos del futuro se comunicarán con otros vehículos, con las personas y con la infraestructura. Esto conforma la base de numerosas aplicaciones del futuro, como por ejemplo, el Infotainment, las posibilidades de diagnóstico, las actualizaciones de software e incluso evitar accidentes y optimizar el consumo durante la conducción.

La «A» corresponde a «Autonomous»: en varios niveles, los vehículos del futuro ayudarán a la conducción o incluso se ocuparán de ella por completo. Esto será posible mediante nuevos sensores y su integración a través del hardware y el software, así como con el uso de la IA (inteligencia artificial).

La «S» es de «Shared»: una nueva generación con otro concepto de movilidad, además de la tendencia a las megaurbes, suponen que, cada vez más, los vehículos serán compartidos por varios usuarios. La norma ya no será tener un coche propio, sino que en el futuro aumentará la demanda de ofertas flexibles para movilidad compartida.

La «E» corresponde a «Electric»: para alcanzar los objetivos medioambientales de la 21.ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático de 2015 y, por tanto, un aumento máximo del calentamiento global provocado por el hombre de 1,5 grados centígrados hasta 2100, se promoverá intensamente el cambio generalizado del motor de combustión al motor eléctrico.

¿Qué oportunidades surgen de C.A.S.E.?

Estas tendencias afectan a los fabricantes de vehículos en varios aspectos. En primer lugar, surgen nuevas oportunidades en cuanto a modelos de negocio y posibilidades de obtener beneficios, que resultan posibles gracias a la interconexión, los datos recopilados y la intensificación del uso del software. Por ejemplo, pueden ser servicios online de pago o el uso de aplicaciones del vehículo «bajo demanda». Paralelamente, el desarrollo de estas nuevas tecnologías supone sobre todo enormes inversiones, especialmente el paso de los motores de combustión a los motores eléctricos. Además, los fabricantes de automóviles deben dominar numerosas tecnologías nuevas como el radar, el Lidar y el software. En el futuro, el coche dejará de ser un mero vehículo para convertirse en un superordenador con 4 ruedas.

«C» de «Connected»

La interconexión representa una tecnología básica para la conducción del futuro. De forma análoga a los smartphones, el vehículo estará conectado al mundo exterior. Con GPS o SDARS para la navegación, LTE o, en el futuro, 5G para la red de datos móviles, WIFI o WLAN para la comunicación de datos dentro del vehículo o DAB para el entretenimiento digital, el vehículo estará interconectado de múltiples formas. De este modo será posible contar con aplicaciones como Car-2-Car y Car-2-X, que supondrán una mayor comodidad, seguridad e incluso nuevos campos de negocio.

Algunos ejemplos de las nuevas aplicaciones son evitar accidentes, porque los vehículos y los semáforos se comunicarán entre ellos; el mantenimiento remoto, el control inteligente de los parques móviles, la ayuda extremadamente rápida en caso de avería, la reproducción en streaming en la parte trasera del vehículo a través de WLAN o la indicación proactiva de POI (Points of Interest) en la pantalla durante la navegación. Esta última opción representa nuevos modelos de negocios.

«A» de «Autonomous»

La conducción autónoma redefinirá numerosas funciones en el automóvil. La comodidad y la seguridad aumentarán, y el tiempo destinado a la conducción se podrá emplear para otras cosas. En los modelos de automóviles actuales ya hay integradas algunas funciones de conducción autónoma. Los módulos como el control de crucero adaptativo, el asistente de aparcamiento y el asistente de mantenimiento de carril representan las primeras aplicaciones en el ámbito de la conducción autónoma. En pocos años será posible conducir «hands off», al menos en autovía. Actualmente aún no se han solucionado las cuestiones de responsabilidad, ni tampoco el desarrollo de las infraestructuras (p. ej., semáforos con capacidad de comunicación) antes de que los coches puedan de conducir de manera autónoma en determinadas zonas.

Los 6 niveles de la conducción autónoma

Existe un total de seis niveles que representan las distintas etapas de desarrollo en el camino hacia la conducción totalmente autónoma. Desde el cambio de milenio, existen cada vez más sistemas de asistencia que ayudan al conductor. La idea de estos 6 niveles es que el conductor ceda cada vez más tareas al vehículo:

Nivel 0: el conductor tiene el control total

Nivel 1: pies fuera. El conductor es responsable del movimiento transversal (dirección)

Nivel 2: manos fuera. El conductor supervisa lo que ocurre.

Nivel 3: ojos fuera. El conductor está preparado para hacerse cargo si es necesario.

Nivel 4: cerebro fuera. El vehículo conduce prácticamente sin conductor en determinadas situaciones.

Nivel 5: sin conductor.

¿Qué sensores hacen posible la conducción autónoma?

Los vehículos autónomos registran su entorno sin la acción humana. Para ello, emplean una gran variedad de sensores, como el radar, los ultrasonidos, las cámaras, el Lidar, las unidades de medición de inercia y el GPS. Los datos recibidos por estos sensores se registran, se fusionan y de ellos se extraen las conclusiones correspondientes para detectar obstáculos y objetos en la carretera y reaccionar de la forma adecuada en función de la situación.

«S» de «Shared»

En el futuro, cada vez serán más las personas que ya no desearán tener un vehículo propio, que no lo considerarán necesario o que no se lo podrán permitir. En lugar de ello, las personas alquilarán vehículos en función de sus necesidades: «Mobility on demand» o «Carsharing» son palabras clave en este contexto. En las aglomeraciones urbanas, el Carsharing ya se ofrece de forma generalizada. Las nuevas tecnologías en el vehículo también permitirán compartirlo. Los usuarios reservarán el vehículo a través de la aplicación en su móvil, encontrarán el vehículo y podrán arrancarlo porque todas las partes implicadas estarán interconectadas. La facturación tendrá lugar en función de la demanda, de forma totalmente digital.

¿Quién ofrece Carsharing?

Para responder a la demanda de este tipo de movilidad flexible, los proveedores de distintos tipos, como fabricantes de automóviles, proveedores de leasing, proveedores de coches de alquiler e incluso start-ups han comenzado a ofrecer Carsharing. Algunos nombres conocidos son «Share Now», «Flinkster» o «SIXT share».

«E» de «Electric»

El futuro del automóvil es eléctrico. La conducción exenta de emisiones con pila de combustible o batería pretende contribuir a minimizar las emisiones de CO2 provocadas por el tráfico para cumplir los objetivos medioambientales. Los accionamientos clásicos con motores de combustión serán reemplazados por accionamientos eléctricos, que constan principalmente de una potente batería, uno o varios motores eléctricos y el sistema electrónico de potencia. 

Acerca de Wolfgang Reitsamer

Wolfgang Reitsamer dirige el departamento de Ventas internacionales de MD. Su misión consiste en conseguir nuevos clientes para MD y ampliar el negocio con ellos de forma continua. Para ello, en los últimos 6 años creó las condiciones de carácter técnico y organizativo necesarias, especialmente en colaboración con sus compañeros de Norteamérica y Asia. Haciendo balance de sus más de 20 años de experiencia en el sector de ventas, 14 de los cuales han sido en la industria del automóvil, lo que cada día le entusiasma de sus tareas principales, además del estrecho contacto con los clientes internacionales y el trabajo en un equipo global, es seguir ampliando la base de clientes de MD desde el punto de vista estratégico y operativo.